Al oído...

Déjame decirte lo que ayer no supe,

deja que llene estas lineas con tu nombre,

deja que llene mi verbo de calma, 

Deja que cuente, 

por que no pude darte, 

más que espalda a tus ojos,

y   me descolgué de tus manos. 

Dèjame que llore hoy la dicha perdida,

a este torpe ser 

que habita en mi a escondidas. 

Sé que no te dí lo que esperabas

no busqué dentro de mi , 

y fue por temor a que ,

entre espadas y abrojos, 

creciera fuerte 

un flor con tu nombre…

y dejar a otro jardín 

en dónde creces cada día, 

sin las raíces de tu ser..

entiéndeme...